De cara a 2026, nuevas exigencias europeas y nacionales impulsan reformas clave en las normativas que regulan el etiquetado de envases, productos y residuos.
Para empresas industriales y de producción es fundamental anticiparse para asegurar cumplimiento, evitar sanciones y optimizar sus procesos de marcado y trazabilidad.
Cómo debe ser el etiquetado, la presentación y la publicidad de los muebles.
Los muebles puestos a disposición para la venta a personas consumidoras:
- Deberán incorporar, llevar consigo o permitir de forma cierta y objetiva una información eficaz, veraz y suficiente sobre sus características esenciales.
- No dejarán lugar a dudas respecto de la verdadera naturaleza del producto.
- No inducirán a error o engaño por medio de inscripciones, signos, anagramas o dibujos.
- No se omitirán o falsearán datos de modo que con ello pueda inducirse a error o engaño a la persona consumidora o propicien una falsa imagen del producto.
- No contendrán indicaciones, sugerencias o formas de presentación que puedan suponer confusión con otros productos.
- Declararán la calidad o calidades del producto o de sus elementos en base a normas específicas de calidad, cuando dichas normas existan.
- Advertirán de la peligrosidad que tiene el producto o sus partes integrantes, cuando de su utilización pudieran resultar riesgos previsibles.
Antes de profundizar en los requisitos, es fundamental conocer las fechas de aplicación y el marco normativo que rige en España y la Unión Europea. Esto permite planificar la transición y evitar sanciones o interrupciones en la producción.
El Reglamento Europeo sobre Envases y Residuos de Envases (PPWR) entró en vigor en 2025 y su aplicación obligatoria será a partir de 2026.
En España, el Real Decreto 1055/2022 establece la base normativa y será actualizado para alinearse con el PPWR.
Además, los plazos para la inclusión de información sobre compostabilidad, composición y sustancias preocupantes se extienden hasta 2028, dando tiempo a la industria para adaptarse gradualmente.
El etiquetado ambiental se ha convertido en un elemento central para informar al consumidor y fomentar la economía circular. La normativa establece que los envases deben incluir información clara sobre reciclaje, reutilización y sostenibilidad.
Todos los envases deberán indicar el contenedor de reciclaje correspondiente y si son reutilizables. Se prohíben términos ambiguos como “eco” o “respetuoso con el medio ambiente”, que puedan inducir a error.
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Además, los envases deberán incluir pictogramas duraderos y, en muchos casos, códigos QR para ampliar la información disponible sobre reciclaje y composición.
El PPWR reemplaza la Directiva 94/62/EC y marca un cambio importante en el diseño y gestión de envases en Europa. Todos los envases deben ser reciclables o reutilizables y se promueve la participación en sistemas de depósito, devolución y retorno (DRS).
Esto implica que la maquinaria de producción debe ser compatible con nuevos materiales, incluyendo plásticos reciclados certificados y bioplásticos. Cumplir con estas regulaciones requiere inversiones estratégicas en maquinaria y diseño de envases, garantizando eficiencia y sostenibilidad.